Todas las personas somos seres sociales, y como tal, necesitamos relacionarnos de forma natural e integradora con nuestra familia, amigos/as y entorno. San Juan de Dios es pionero en la atención de personas con discapacidad y, gracias al proyecto Sendero Verde Inclusivo, busca que el alumnado con discapacidad intelectual del Centro San Juan de Dios de Valladolid ejerza roles de monitor dirigido al alumnado de primaria y secundaria de centros educativos ordinarios.
El proyecto se desarrolla principalmente en el primer y tercer trimestre del curso escolar en un espacio natural con más de 30 especies de plantas. Está liderado por tres profesores que, además de formar al alumnado con discapacidad intelectual, siempre están innovando, generando espacios de aprendizaje inclusivo y borrando los estigmas sobre las limitaciones de las personas con discapacidad.
Lourdes Casas, profesora de educación especial y responsable del Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER) del Centro San Juan de Dios Valladolid y Juan Carlos, alumno del mismo y monitor del Sendero Verde Inclusivo, nos cuentan su vivencia entorno al proyecto.
Esta iniciativa surge hace 10 años ante la necesidad de realizar actividades inclusivas y de sensibilización en la que se pusieran en valor las capacidades de las personas con discapacidad. “Nuestro centro ya fue pionero en sus orígenes ofreciendo una atención especializada a niños y niñas con discapacidad. Esta impronta continua y seguimos ofreciendo esa atención con calidad, a través de proyectos innovadores como el sendero verde, que además tienen impacto en la sociedad vallisoletana, enseñando a los niños desde pequeños la necesidad de la inclusión social, para lograr igualdad de oportunidades y evitar la discriminación”, nos detallaba Lourdes.
Juan Carlos, es un alumno del Centro de Educación Especial de San Juan de Dios de Valladolid, y que ahora participa como monitor. “Mi tarea es llevar la tablet para desbloquear los códigos QR de cada cartel y leerles todos los datos de cada árbol. Además debo ir el primero para dirigir al grupo porque los niños no saben el camino del sendero”. Estas funciones que describe Juan Carlos no son las únicas del equipo de monitores, también participan en la preparación de todos los materiales y la logística que trae consigo la recepción de los grupos participantes. Además, tal y como nos cuenta Juan Carlos, cada actividad y grupo son diferentes, y con ello sus anécdotas. “Hace poco cuando acabamos el sendero con niños y niñas de 10 años, les dimos el regalo, les gustó mucho porque era una gorra con el circulo de los ODS y ponía sendero verde. Esa gorra es la que llevamos los monitores y de repente todos los niños vinieron con bolígrafos y querían que se la firmáramos. Todos estuvimos firmando y fue muy divertido».
Solidaridad de San Juan de Dios
La diversidad, sea del tipo que sea, es un factor positivo en nuestra sociedad y, por lo tanto, también en la educación. La Solidaridad de San Juan de Dios apoya e impulsa los proyectos que tienen como finalidad sensibilizar y garantizar inclusión social de colectivos más vulnerables, logrando así la igualdad de oportunidades y evitando cualquier tipo de discriminación. Entre otras acciones, cuidamos a los enfermos en sus momentos más difíciles, ofreciendo alimentos y hogar a las personas que no lo tienen o protegiendo y acompañando a mayores, personas con discapacidad, personas con adicciones y personas con problemas de salud mental.
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