“La juventud está clamando ser comprendida y querida. Nos están pidiendo ayuda”. Son palabras de Irene Romeo Soria, psicóloga del Centro Asistencial de Palencia de la Obra Social San Juan de Dios para personas con discapacidad intelectual y quien reivindica ofrecer a los jóvenes las herramientas suficientes para aceptarse tal y como son y evitar los factores de riesgo que pueden llevar a una persona joven a una tentativa de suicidio.
¿Qué herramientas debemos aplicar para prevenir que haya personas que sientan que el suicidio es su única salida?
Debemos crear o posibilitar un clima positivo en la familia donde se hable de todo, donde no se oculten cosas. Hay una tendencia al aislamiento y la vida familiar se reduce. No hay un debate de temas, de creencias, de valores y es posible que ese aislamiento se potencie con las redes sociales. Y a nivel de sociedad, debemos trabajar el respeto a las diferencias, no cuestionar cualquier diferencia sino aceptarla.
¿Qué mensaje deberían incluir las campañas de sensibilización para concienciarnos?
Lo primero, hacer visible el problema porque existe y se oculta. No se habla e incluso, se ha creado muchísima mitología en torno a la conducta suicida. De la mano de las campañas, han de ir colegios y medios para multiplicar esta difusión. Y es que las cifras son alarmantes. Anualmente, 800.000 personas fallecen en el mundo y es la segunda causa principal de muerte en jóvenes entre 15 y 25 años. ¿Por qué ocurre esto? Hay muchas claves, pero yo creo que los profesionales de la salud y de la educación debemos estar alarmados. Algo no estamos haciendo bien o no estamos haciendo lo suficiente.
¿Qué crees que están clamando los jóvenes?
Los jóvenes nos están pidiendo ayuda. Quieren que les comprendamos. La pandemia está mediatizando su visión y se cuestionan si van a tener un futuro o no. Yo creo que esto es lo que la juventud está clamando: ser comprendidos e, incluso, queridos.
¿Qué cambios crees que habrían de aplicarse o cuál es la urgencia?
Principalmente, yo creo que hay que cambiar el concepto de sociedad. La sociedad es exigente y nos valora sobretodo por los bienes materiales que acumulamos. Es muy competitiva. Y cuando un joven entra en el periódo de la adolescencia, es complicado. Es la época de la responsabilidad: en ese momento, los jóvenes empiezan a tomar decisiones, a ser responsables y como no tengan destrezas emocionales importantes, van a caer en la desconfianza. Ahora todo nos conduce a ser los mejores, a poder con todo y esto puede ser el inicio de un pensamiento de suicidio.
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la difusión del problema?
Los medios son demasiado alarmistas o lastimeros. Yo creo que la prensa tiene que reflexionar sobre qué sí y que no. Una información neutra que ayude a prevenir y no a alarmar.
¿Crees que la salud mental se ha convertido en un privilegio?
Para mí no es un privilegio, es un derecho. Toda persona que está enferma tiene derecho a la asistencia que le corresponda y al tratamiento idéoneo para sus dolencias. Atender estos problemas supone que tenga una atención rápida y continuada. Debemos garantizarle este derecho a todo el mundo. Es muy necesario un plan nacional de prevención del suicidio. Necesitamos un programa que de una estructura para abordar el problema y que prepare al profesional para afrontarlo.
¿Cuál es el camino y cuáles son las herramientas que utilizáis para que la persona que ha sufrido una tentativa de suicidio consiga volver a tener confianza en sí misma y quiera vivir?
Sobretodo, hay que posibilitarle herramientas para que enfrente la vida, para que encuentre autoestima; que desarrolle un patrón de habilidades sociales y emocionales para enfrentarse a las decisiones a las que habitualmente tenemos que enfrentarnos todos.
¿Cómo es el acompañamiento con las familias que han de pasar el duelo de un ser querido?
Es muy duro enfrentarse a la pérdida de un ser querido. Muchas veces, tienen sentimientos de culpabilidad por no haber hecho todo lo posible. Es crucial que reciban ayuda psicológica desde el primer momento para que no se convierta en un problema patológico. Elaborar el duelo con un profesional es lo más idóneo.
Y si tuvieras que pedir un deseo, ¿cuál pedirías?
Mayor comprensión, un cambio a nivel social y más educación emocional. El colegio nos da muchos contenidos, pero no nos hace valientes ante los estímulos agresivos que nos vamos a encontrar en la sociedad y de ahí la frustración. Hay que insistir en la educación emocional, en el ser valientes y saber que no siempre vamos a ser exitosos, pero que esto no sea un problema en nuestra vida.

Irene Romero, psicóloga del Centro de San Juan de Dios de Palencia
Obra Social San Juan de Dios
La Obra Social San Juan de Dios apoya a miles de personas vulnerables dentro y fuera de nuestras fronteras. Entre otras acciones, apoya cuidando a los enfermos en sus momentos más difíciles, ofreciendo alimentos a familias necesitadas y protegiendo y acompañando a mayores, personas sin hogar, personas con discapacidad, personas con adicciones y personas con problemas de salud mental en nuestros centros.
Son muchas las personas que nos necesitan y gracias a las aportaciones de personas como tú podemos estar a su lado. Ahora más que nunca, Hospitalidad. Tu apoyo ahora es más necesario que nunca.